Ben & Jerry's pone precio a su carbono
En Ben & Jerry's sabemos que para evitar los peores efectos del cambio climático tenemos que conseguir que nuestra economía abandone por completo los combustibles fósiles, y que tenemos que empezar ya mismo. Desde las personas hasta las empresas y las naciones, este es uno de los mayores problemas que hemos tenido que solucionar, posiblemente el mayor de todos. Y tenemos que añadir con satisfacción que hacerlo bien constituirá también la mayor oportunidad que hayamos tenido en toda nuestra historia.
Piénsalo por un momento: desde nuestras fuentes de energía hasta la forma en que funcionan nuestras granjas, cada producto y cada proceso han de tener una huella de carbono neutra. Creemos que poner precio a la contaminación debida al carbono puede ayudarnos durante esta transición. Un impuesto sobre el carbono pone precio a todas las formas de contaminación mediante el carbono, reduce el uso de combustibles fósiles y proporciona recursos con los que desarrollar tecnologías más limpias y verdes. En Canadá, la provincia de Columbia Británica ya lleva siete años obteniendo resultados positivos mediante el impuesto sobre el carbono. En Estados Unidos, Vermont está tratando de seguir los mismos pasos.
Estamos tan comprometidos con esta idea que vamos a establecer nuestro propio impuesto interno sobre el carbono, con un precio por cada tonelada métrica de emisiones de gases con efecto invernadero, desde la granja hasta el vertedero de basuras. Los científicos están de acuerdo en que hemos de reducir las emisiones al menos en un 80% antes de mediados del siglo para evitar un sobrecalentamiento fatal del planeta. Los objetivos de reducción de emisiones que nos hemos impuesto se basan en los mismos estudios.
Utilizando el reciente análisis de ciclo de vida, que nos proporcionó una imagen de nuestra huella de carbono desde la vaca hasta el producto final, vamos a dedicar este dinero a avanzar una serie de programas en los que ya estamos trabajando. El componente lácteo supone un 42% de las emisiones totales de nuestros helados durante todo su ciclo de vida, por lo que vamos a comenzar por colaborar con los ganaderos para desarrollar e implementar estrategias que reduzcan nuestra huella de carbono.
Sabemos que se trata de un plan muy ambicioso, y que no podemos hacerlo solos: necesitamos que todos vosotros, nuestros fans, difundáis el mensaje y apoyéis las políticas de los estados más progresistas, como Vermont, para hacerlo realidad. Necesitamos que gobiernos de todo el mundo se comprometan a poner precio a la contaminación debida al carbono, y a convertir esta inversión en carbono sucio en el futuro de energía limpia que todos deseamos.