Sabores de Ben & Jerry's que podrían desaparecer debido al cambio climático
El cambio climático está causando estragos en la meteorología de todo el mundo, tal como demostraron las oscilaciones extremas de temperatura que se registraron el año pasado. Esto nos preocupa por una serie de motivos, en particular el efecto que el cambio climático ya tiene sobre la producción alimentaria en el mundo.
Los agricultores plantan, cultivan y recogen los frutos en función de una meteorología más o menos estable y predecible, pero si no reducimos las emisiones de carbono, la meteorología normal pasará a estar formada por lluvias intensas y periodos de sequía prolongados que podrán arruinar las cosechas de una temporada. He aquí cuatro ingredientes de Ben & Jerry's que pueden ser víctimas del cambio climático y hacer que los helados que usan dichos ingredientes pasen a formar parte de la «Lista de tarrinas en peligro de extinción».
Cacao (chocolate):
El chocolate es el ingrediente principal de muchos de los sabores de Ben & Jerry's, desde Phish Food hasta Chocolate Fudge Brownie. Un estudio realizado por el International Center for Tropical Agriculture (Centro nternacional de agricultura tropical) apunta que un aumento de 2,3 grados centígrados en el oeste de África de aquí a 2050 haría que la región sea demasiado calurosa para el cultivo de cacao. Un informe reciente sobre el índice de seguridad de la tierra indica que las prácticas agrícolas insostenibles de las últimas cuatro décadas ya han hecho mella en el 40 % de las tierras dedicadas al cultivo de cacao. El cambio climático está afectando a este modelo de producción inestable, exacerbando las sequías en todo el mundo. Los agricultores que dependen del cultivo de cacao para subsistir se están pasando a plantas más resistentes o están abandonado el cultivo de cacao. Lo que está sucediendo en Ghana o Costa de Marfil (donde se produce alrededor del 60 % del chocolate a nivel mundial) podría terminar en tragedia para los helados de todo el mundo.
Frutos secos
La textura y el sabor a frutos secos (desde nueces a pistachos) de sabores como Chunky Monkey se podría acabar. Resulta que los nogales que se adaptaron a las regiones templadas precisan de temperaturas frescas en invierno para estimular el crecimiento en primavera. Parece que los inviernos frescos no abundarán debido al aumento de las temperaturas en las zonas de cultivo de frutos secos por excelencia, como son California, el sudeste de EE. UU., China y Australia. La subida de las temperaturas en invierno ya ha afectado a las cosechas de frutos secos de Israel, Marruecos, Túnez y la región del Cabo en Sudáfrica. Los cultivos arbóreos, a diferencia de los cultivos bajos, tardan mucho más tiempo en crecer y madurar, lo cual implica que resultará relativamente imposible exportarlos cuando las condiciones meteorológicas cambien, con lo cual en lugar de adaptarlos, habrá que empezar desde cero. Esto es un hueso duro de roer.
Las temperaturas extremas también están dando problemas a una pobre planta que es fundamental para sabores como Peanut Butter Cup. Y es que dependemos de la mantequilla de cacahuete para crear una textura uniformemente suave, pero la planta del cacahuete es caprichosa y necesita temperaturas estables y el nivel adecuado de precipitaciones para florecer. En el 2011, la fuerte sequía que asoló el suroeste de EE. UU. hizo que secara la cosecha de ese año y que los precios se dispararan un 40 %. Por desgracia, la evaluación del clima estadounidense de 2013, elaborada por el Global Change Research Program predice que el cambio climático conllevará veranos más calurosos y más secos en los estados del sur, que son los principales productores de frutos secos de EE. UU. Los precios prohibitivos podrían hacer que la mantequilla de cacahuete se convierta en un manjar que solo unos pocos se podrán permitir.
Café
Salir de casa por la mañana sin tomar un café parece increíble, pero lo cierto es que la vida con menos cafecito (y sin sabores como Coffee Coffee BuzzBuzzBuzz) ya se nos viene encima. Debido a que la planta del café está adaptada a zonas climáticas específicas, aunque la temperatura solo aumente en medio grado, puede impedir el crecimiento de los cultivos globales de café. Lo peor de todo es que ya vamos encaminados a superar ese nivel de calentamiento global. Por otra parte, demasiada humedad también es mala. La tendencia a la alza de las precipitaciones excesivas y extremas ha hecho que las cosechas de los agricultores indios descendieran en casi un 30 % entre 2002 y 2011. Al igual que en el caso de muchos otros cultivos, el cambio climático también ha supuesto un aumento del tipo de plagas mortíferas que afectan al café, como la broca del fruto del café. Las consecuencias generales son devastadoras. Un estudio prevé que el número de regiones propicias para el cultivo del café descenderá entre un 65 % y un 100 % de aquí a 2080. Como dijo un científico de la Unión de Científicos Preocupados (UCS, por sus siglas en inglés): es hora de que nos levantemos y olamos el cafe.
¿Desapecerán estos ingredientes? Ciertamente esperamos que no. Ayúdanos a detener el cambio climático y a proteger los sabores de la «Lista de tarrinas en peligro de extinción».